Concretamente, esto es una forma de aprendizaje por condicionamiento clásico y debe ser siempre el mismo símbolo para que pueda darse el aprendizaje y la posterior habituación.
Desarrollar la autocompasión es la capacidad de sentirse seguro en lugar de estar traumatizado: desarrollar flexibilidad en su mente para desarrollar una mente compasiva.
La reestructuración cognitiva implica analizar y desafiar los pensamientos negativos con evidencia que los contradiga.
En este punto, es importante reconocer que este proceso de pensamiento está separado de tu verdadero punto de vista.
Gilbert recomienda prepararse para conectarse con el propio sufrimiento y la autocrítica utilizando el ritmo de respiración calmante
Esto ayudará a ver los pensamientos desde un punto de vista ajeno y no como afirmaciones verdaderas.
Es mucho más seguro para el niño dirigir la crítica hacia adentro que hacia afuera y culparse a sí mismo por las desgracias sufridas.
Los pensamientos negativos pueden afectar significativamente nuestro bienestar psychological, pero existen estrategias efectivas que podemos implementar para combatirlos. A continuación, se presentan algunas recomendaciones clave:
La autocompasión no es autocuidado en el sentido superficial de comprar sweets y disfrutarlos en un momento difícil… ni es simplemente ser amable.
Experiencias pasadas y trauma: Las experiencias negativas en la infancia, como el abuso, la negligencia o el acoso, pueden internalizarse y convertirse en una voz inside crítica.
Mejorar la atmósfera de nuestro universo psychological requiere de un trabajo cotidiano. Esto implica buscar aquella estrategia que más se ajuste a nosotros, y esas que requieren del papel y el lápiz, son sencillas y prácticas. Una de ellas es servirnos de unas hojas de trabajo divididas en dos columnas:
De esta forma, estos malos pensamientos se convierten en una batalla interna que no sabemos cómo gestionar y lo único que hacemos para no estar here tristes, ansiosos o deprimidos es suplir ese sentimiento con acciones que nos hagan olvidar esas frases negativas durante un tiempo.
No es raro que los malos pensamientos surjan porque tenemos problemas emocionales o de cualquier otro tipo que no hemos sabido comunicar a nadie. Cuando nos guardamos estas sensaciones para nosotros mismos, las cosas suelen ir a peor.
Por ello, una estrategia sencilla es tener nuestro propio diario en el que registrar esta serie de dimensiones: